Room to think.

(Read while listening to: Sentimental Journey)



Anoche soñé con agua. Estaba sumergida, veía ballenas peleando con delfines... todo pasó muy rápido y después, muy despacio, muy, muy despacio.
Vida surrealista y sueños lúcidos...

Hace mucho que no tengo un sueño lúcido. O sea, lúcido, lúcido, que de verdad puedas controlar y volar y besar y sentir y hacer de todo, como lo quieras...

¿Qué habrá significado el sueño de las ballenas?
Mi terapeuta no está esta semana...

Qué rica está la cama... súper limpia... obsesiva, compulsivamente limpia. Quién sabe si será bueno o malo que yo sea obsesiva compulsiva con todo.

Tengo que trabajar mis asuntos con mi mamá, la infancia y eso...


Esta semana no está mi terapeuta.





Estoy de súper mal humor últimamente, pero está bien... súper irritable... me caga, me caga la gente, bien cabrón.
Y es que no mames... neta en buena onda... el mal gusto por ejemplo, qué pedo con el mal gusto... Por eso me cagan, porque me ponen de malas y yo me la quiero pasar bomba cabrón, porque también me aburro mucho.

Me aburro mucho y muy rápido, hasta de los hombres... ¿y si me quedo sola por eso?
Jaja “me quedo sola” qué manera de meterme miedo yo solita... si sola es como mejor me la paso.

Ay pero qué rico aquí...
Me gusta que está vacío... y bonito y limpio.

Qué rico este silencio.




Marianné para que veas sí me cae bien. Tiene todo el buen humor y la paciencia
que me faltan.

¿Cuánto tengo de conocerla?

Es como mi hermana y con ella es así, como ligerito el pedo... she’s truly alivianada, not like me, pinche histérica disfrazada de Budista.

Como dice Alberto, que medito para hacerme la que estoy en paz cuando sólo me estoy haciendo mensa...

Alberto me gusta un buen. Y siempre cree que estoy enamorada de él. Pero no, sólo me gusta un buen. Y me cae bien. Y nada más.

A veces creo que me lo dice para medir el agua. Pero no, es que Alberto es Capricornio, son buenas personas. Y es lindo, como Marianné.

Marianné también quiere viajar un buen.

Y no, no andaría con Alberto nomás por andar. Porque podría, pero yo no soy así de “pues podría”.

Y creo que él tampoco, por eso me cae bien.

Cuánto tiempo te quita la gente...





Me gusta mucho el D.F. Qué bueno que vivo aquí. Otros días pienso en irme y yo creo que es lo que voy a acabar haciendo, en una de esas, más pronto de lo que creo. Pero me gusta un buen.

Me gusta el cielo, cabrón... No sé pero, cuando veo el cielo, me siento bien. Como despierta... y sola, sola rico.

Hay espacios donde nadie puede encontrarte.

Y creo que muy poca gente (o a lo mejor nadie) entiende lo que yo entiendo cuando veo el cielo y entonces ese espacio de pensamiento se vuelve mío. Y me dejan en paz.

“¿No te gusta cuando estás en un lugar y nadie sabe dónde?”

Uy bueno pero si me encanta... Por eso vine acá... para respirar el espacio.

Estoy muy feliz... dura poquito, ojalá me pudiera quedar acá escondida más tiempo, mucho, mucho tiempo.

¿Me extrañas?

¿Me extrañarías?

Aquí no me alcanza nadie... sólo mis mentiras.




Como que me falta algo pero no sé qué...
Una cosa es cuando como que lo presientes... así de pronto, sin pensarlo, pero lo ves por la ventana un martes y sientes:
“me falta algo que no sé qué es”.

Pero el miércoles ahí sí lo pensé, lo hice conciente. Estaba bailando y pensando que todo en mi vida está bien.
Pero le falta algo.
Algo que no sé qué es...

¿Dios? Es que no creo en él. ¿Tengo que creer para llenar el vacío? Ay no qué hueva... y si sí, ¿en qué Dios? ¿Cuál? ¿Cómo?

¿Dios es la paz?

Yo pienso en algo, pero es el Universo... el mío.

Bueno ¿y si no?, ¿y si es el amor? ¿y si eso es lo que me falta? ¿más hueva no?

No estoy enamorada de nadie... o sea, enamorada enamorada de película, no.

Por ese vacío quiero viajar... ojalá pudiera viajar todo el tiempo...




Hay tantas cosas de las que me urge deshacerme...